En los 80 me pasé horas y horas con estos tres (y toda la aldea de irreductibles galos) (socios y empresa)
– Leyendo una y otra vez sus aventuras (copy)
– Descrubriendo nuevos detalles en cada viñeta (mentalidad)
– Papel y lápiz en mano y cópiando los dibujos de Uderzo (ilustración)
Las bases de la adulta que soy ahora.
¿Tienes algún referente de este tipo en tu infancia? Te escucho 🙂