
Yo no sé dibujar.
Espera.
Sin embargo, te mando cada día un DIBUJO que forma parte de mi reto 365 días 365 dibujos.
Es un reto que empecé allá por el año 2020.
Pero antes, quiero contarte mi relación con el dibujo y para ello necesitamos viajar en el tiempo.
Mi primer dibujo artístico oficial lo hice con ceras DETRÁS de mi pizarra.
Yo tenía 4 años y era un retrato de mi madre. Mi padre flipó cuando lo vio.
Viendo mi afición a las ceras, lápices y pinceles, ellos la impulsaron y cultivaron. Dejaron fluir mi CREATIVIDAD sin límites.
Y la disfrutaron.
De ahí que yo te mando cada día ideas e inspiración para que tú también goces creando sin límites.
Y lo disfrutes.
Durante mi adolescencia se sucedieron las clases de pintura, de plástica, de costura, los concursos de dibujo, los lagos de color verde pato y las agendas y blocs llenos de dibujos.
Cada día.
Lápices, papeles y garabatos.
Cogí a mi niña Rosa dibujante de la mano para que me acompañara en mis estudios y profesión.
Tenía 18 años y me matriculé en arquitectura.
También dibujaba. Mucho.
Pero allí puse demasiados límites a mi creatividad y le di demasiada importancia al reloj. Muchas noches sin dormir preparando entregas infinitas.
Y se apagó.
Dejé de dibujar durante muchos años.
Hasta 2018.
Un iPad y la necesidad de tomar tiempo para mí despertaron de nuevo mis ganas.
Dibujando en DIGITAL. Empecé con retos mensuales puntuales y compartiendo en redes sociales.
Como tiempo de soltar la mano ante la hoja en blanco y a modo meditación.
Fue tan grande la experiencia que en 2020 me propuse mi gran reto:
366 días, 366 dibujos.
Volví a mí, volví al dibujo.
A partir de ahí, todo es historia.
Ahora dibujar me acompaña a diario y si quieres acompañarme, lo comparto contigo.
En formato dosis de inspiración, buen rollo y disfrute. Y dibujo, mucho dibujo:
Algunos dibujos recientes: